Uno de los motores que mueve al mundo es la publicidad, ya que es el mecanismo que nos ayuda a conocer todos los productos y servicios que necesitamos para nuestro uso diario.
Publicidad y contrapublicidad
La publicidad forma parte del marketing, que es la industria que regula todos estos mecanismos.
Por supuesto esto ha ido cambiando con el paso del tiempo. Anteriormente los avisos eran mucho más invasivos y se enfocaban en llegar directamente a la mente del cliente.
con el paso del tiempo, se han establecido nuevas estrategias menos intrusivas. Sin embargo, esto no ha evitado que se desarrolle la contrapublicidad Y que es la reacción que tenemos todas las personas contra el exceso de anuncios de esta índole. Veamos a continuación todo sobre este término.
Características de la contrapublicidad
Se ha demostrado que los seres humanos odian que le vendan pero le fascina comprar, algo que podría sonar extraño pero es así. Seguramente nos ha sucedido que algún amigo ha creado un nuevo negocio y trata por todos los medios vendernos su producto y servicio.
¿Qué sentimos en ese momento? Seguramente rechazo, aversión y en ciertos puntos nos puede generar molestia con esa persona. Muchas amistades pueden verse afectadas por algo tan irrelevante, simplemente por no saber cómo funciona la mente humana.
Esto lo podemos relacionar con la contrapublicidad, ya que cuando hay un exceso de anuncios y mensajes publicitarios a nuestro alrededor, provocamos en el cerebro lo mismo que con el ejemplo anterior, dañando así la imagen de esa marca en cuestión.
Sin embargo no hay una definición exacta que agrupe el concepto de contrapublicidad. Por esto es que la llamamos el exceso de anuncios publicitarios en diferentes medios, lo que nos aleja de determinado producto y servicio.
¿Cómo es su evolución?
Esto ha ido evolucionando con el paso del tiempo, teniendo distintas características dependiendo de la época en la que se encontraban. Veamos:
Actos callejeros
Aquí podríamos hablar de la forma de aprovechar los diferentes espacios públicos con el fin de dar a entender un mensaje que debería ir directo a la mente del consumidor. Aquí se empezaría con las vallas que vemos en las autopistas, pero cuentan también como los grafitis y otros movimientos.
Estos últimos son los que más molestan a las personas, ya que no siempre tienen buenos fines, de hecho en muchas ocasiones lo utilizan como medida de protesta o vandalismo, algo que tiene que ser penalizado desde raíz.
Los primeros síntomas se dieron en la Gran Depresión en los Estados Unidos, donde los obreros rayaron todas las paredes que tenían en su alrededor por sentirse estafados del sueño americano.
Arte y pop
Este género en realidad fue el primero en tener relación alguna con la publicidad, de hecho tienen muchos puntos en común ya que funcionaron como un movimiento para expresar su descontento con una situación en particular.
Sin embargo, el pop como el arte no tiene ningún compromiso social ni empresarial, la relación entre ambos sectores iba eminentemente por admiración a la publicidad.
Activismo urbano en la década de los 70 y 80
Fue en estos momentos donde de verdad de vieron los primeros actos en contra de la publicidad masiva. Gracias al progreso vimos como las calles se llenaban de cada vez más anuncios que desagradaban a millones de personas.
A partir de aquí se creó un grupo que tenía la finalidad de atacar todos estos medios de publicidad, especialmente el de las grandes vallas publicitarias que veíamos en las avenidas. De hecho se apropiaban del espacio y cambiaban el mensaje por completo, generando muchos inconvenientes entre ambas partes.
Años 80 y 90
Aquí fue donde de verdad explotó la contrapublicidad ya que se utilizaron los medios digitales con el fin de sabotear todo lo que estaba haciendo la industria de la publicidad con las nuevas herramientas que estaban sacando.
Así es como se creó todo un sector paralelo que se enfocaba en competir directamente a los anuncios que hacían sus contrarios.
Definitivamente que la contrapublicidad tiene unos efectos muy claros en la vida de todos nosotros, especialmente en esta época donde internet se ha apoderado de todos nosotros.